El agua es un
alimento exento de principios inmediatos. Esto implica que tomarla antes,
durante o después de las comidas no engorda ni lo más mínimo, puesto que no
aporta calorías. Beber agua antes de las comidas produce una sensación de
saciedad, por lo que en las dietas de adelgazamiento está aconsejada esta
práctica.
Es importante
consumir una cantidad diaria adecuada de agua, se recomienda ingerir entre 1,5
y 2 litros al día, ya que el 60% de nuestro peso corporal es agua.